¿Qué es la cultura organizacional de una empresa?
Así como un país o nación cuenta con una serie de elementos comunes, así como una historia, símbolos, valores y leyes propias, una empresa también puede definirse por esos intangibles. Así, la cultura organizacional de una empresa, también conocida como cultura corporativa —o cultura empresarial— se refiere a esos elementos que generan adhesión, identificación y sentido de pertenencia del trabajador con la empresa que lo emplea.
Unos valores que, como veremos, no surgen ‘de la nada’, sino que son fruto de un compromiso real de la empresa con ese ideal y que deben demostrarse con hechos y de una manera prolongada en el tiempo.
Además del sentido ético que pueda emanar de la cultura corporativa de una empresa, esta sirve también de guía para los miembros de la compañía. Porque este conjunto de normas y creencias genera un marco de acción, unas directrices que indican qué se puede hacer y qué no se puede hacer, e incluso cómo se debe hacer.
Excepto en casos de que la cultura organizacional de una empresa sea tan estricta como para encorsetar y reducir la autonomía del trabajador, este tipo de criterios prefijados da unas pautas que redundan en el buen hacer de la plantilla, al tiempo que redundará en el bienestar del equipo y, a la postre, del impacto social positivo.
Cómo se crea una sólida cultura organizacional
Si bien la cultura de una empresa se construye con el tiempo, esto no significa que desde los primeros compases se puedan trazar las claves de dicha filosofía de empresa propia. Es más, fijar en las primeras etapas de andadura de la empresa estos principios fundacionales que definirán la cultura corporativa es todo un acierto. Abiertos a cambios y modificaciones que surjan conforme la empresa acumule ‘horas de vuelo’, esos valores ayudarán a ganar en motivación laboral y a orientar las acciones en una dirección.
Para ello, muchas empresas recurren al procedimiento de fijar su “Misión, visión y valores”. Un recurso que ayuda a definir la identidad de la empresa y, sobre todo, su función en la sociedad (y en el mercado). Para qué se ha creado, qué ofrece y en base a qué sistema de valores actúa, asumiendo que una empresa no debería ser una “máquina de vender”, sino que, como una entidad inserta en la sociedad a la que se debe, opera según unos ideales.
Los niveles de cultura de Edgar Schein ¿Ejemplos de cultura corporativa?
La cuestión de la cultura de la empresa ha preocupado a distintos teóricos. Como el psicólogo Edgar Schein (1928-2023) una de las principales referencias en el particular, autor de obras como Organizational Culture and Leadershipo The Corporate Culture Survival Guide, que se encuentran entre las más citadas.
Entre sus aportaciones a la teoría de la cultura organizacional, se encuentra la clasificación de los distintos niveles de cultura, que tienen que ver con valores y conductas que se manifiestan en las producciones y creaciones.
- Nivel 1. Tiene que ver las producciones y se analiza el espacio físico donde trabaja el grupo, su potencial tecnológico (del grupo), el lenguaje escrito y hablado y la conducta expresa de los miembros.
- Nivel 2. Valores. Y el modo en cómo se relacionan los distintos individuos dentro de una organización, cómo ejercen la responsabilidad que se les otorga y su capacidad para lidiar con la ansiedad y la incertidumbre.
- Nivel 3. Se ocupa de las presunciones subyacentes básicas, que es una manera de referirse a las soluciones a problemas que ya se han dado en el pasado. Una suerte de know-how que permite enfrentarse a retos con el bagaje que da la experiencia.
Por tanto, la cultura corporativa no solo remite a cómo se mostrará la empresa al exterior, sino a los procedimientos internos, a su funcionamiento y sus procesos con el objetivo de fijar unos modos de actuar, una cultura en un sentido tanto intangible como práctico.
¿Ejemplos de cultura corporativa?
Son varias las empresas multinacionales que destacan por su cultura organizacional y que han ‘creado escuela’ con sus métodos. Entre las más significativas en ese sentido, se encuentra Google, que ha ganado un sinfín de premios internacionales gracias a su apuesta por cuestiones como la apertura, la innovación, la excelencia ligada a la inteligencia, su enfoque práctico al incentivar el talento humano y el fomento de relaciones sociales cálidas y amables en el seno de la empresa.
Cada empresa puede crear su propia cultura organizacional, pero conocer el trabajo de los que abren camino es sin duda una opción ganadora.